Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

martes, 2 de mayo de 2017

Lola Herrera haciendo de Lola Herrera

"Hacer de Carmen Sotillo es hacer un poco de Lola Herrera"
Sin spoilers | El único recuerdo que tenía hasta hace dos días de Lola Herrera era la serie de televisión Un paso adelante (2002-2005) cuya emisión me pilló aún en pañales pero las mil y una repeticiones de la TDT me permitieron descubrir (*) aquella ficción de Antena 3 donde la actriz daba vida a Carmen Arranz, directora de la academia de baile. Cierto es que Lola Herrera participó durante 2010 en aquel bochornoso remake de Las chicas de oro (a cargo de Televisión Española y José Luis Moreno) junto a Concha Velasco, Carmen Maura y Alicia Hermida. Lo que menos iba a esperar es que me sorprendiera y gustase tanto una película protagonizada por Lola Herrera haciendo de Lola Herrera... y de Carmen Sotillo (la protagonista de Cinco horas con Mario de Miguel Delibes). El título es Función de noche, data de 1981 (año de Patrimonio nacional de Berlanga, Bodas de sangre de Saura o El crack de Garci) y fue dirigida por una mujer: Josefina Molina, también directora de la serie de televisión Teresa de Jesús protagonizada por Concha Velasco.

(*) Gracias a la TDT pude ver Motivos personales a razón de un episodio por día.

Lo que más me gusta de Función de noche es la ardua tarea que supone enmarcarla en un solo género: ¿se trata de un documental? ¿De un falso documental? ¿Es teatro (*) con alguna pincelada del séptimo arte? ¿Qué tiene de verdad y qué tiene de ficción? ¿En qué momento Lola Herrera hace de Lola Herrera, de Carmen Sotillo o de una versión ficticia de Lola Herrera atrapada por su ficticia Carmen Sotillo? Ya no sólo me parece una propuesta transgresora en la multitud de géneros cinematográficos que pueda albergar sino en su forma (la digresión de las coordenadas espacio-temporales) y su fondo: un matrimonio roto capaz -después de quince años- de abrirse en canal, diseccionar un cadáver (su amor pero también una sociedad y una generación, productos de la posguerra) y hablar de sexo, de infidelidades, de orgasmos fingidos (el mayor engaño que Herrera confiesa haberse hecho a sí misma), de orgasmos nunca alcanzados. 

(*) El corazón de la película es el tú a tú de Lola Herrera y Daniel Dicenta en el camerino de ella.



La película ciertamente tiene una lectura de género. Es el relato de una mujer de 45 años que ve cómo el haber vivido según los cánones tradicionales (como hija, como madre, como esposa, como amante) sólo le ha reportado insatisfacción, infelicidad ("¿Qué se puede hacer cuando a uno no le gusta su propia vida?") e incluso no amar verdaderamente. Dicho rasgo transgresor de la película es reflejado en una confesión de ella: "Yo... los hijos han llegado a ser una carga para mí. Una carga maravillosa pero carga"(*). Herrera es una mujer inmersa en una crisis de identidad. Una mujer que siempre ha estado para los demás (desde niña) pero nunca para sí misma. Una mujer en búsqueda de soluciones. Cuidado, ligeros spoilers: Y todo por un desmayo de la intérprete mientras se mete en la piel de Carmen Sotillo durante la función de Cinco horas con Mario. La actriz empieza a identificarse con una mujer de ficción. Un desmayo, para más inri, que no es mostrado hasta casi al final de la película debido al jugueteo con las líneas temporales. Fin spoilers.

(*) Un tabú -el quejarse de la maternidad- que a día de hoy continúa vigente. Tan sólo que hay ver la polvareda que levantaron las declaraciones de la periodista Samanta Villar a principios de año.

En un momento dado de la película, Lola Herrera se queja del mal estado de los camerinos en los teatros, a lo que Daniel Dicenta (su exmarido) le responde: "Ya sabes este país lo maravilloso que es". Mariano José de Larra decía lo siguiente: "«En este país...», ésta es la frase que todos repetimos a porfía, frase que sirve de clave para toda clase de explicaciones, cualquiera que sea la cosa que a nuestros ojos choque en mal sentido. «¿Qué quiere usted?» -decimos-, «¡en este país!» Cualquier acontecimiento desagradable que nos suceda, creemos explicarle perfectamente con la frasecilla: «¡Cosas de este país!», que con vanidad pronunciamos y sin pudor alguno repetimos". Por cierto, la película está disponible en YouTube. Y dura menos de noventa minutos. Dos apuntes para despedirme:
  1. Otro enlace: El País haciéndose eco de Función de nocheSirve como explicación del largometraje.
  2. Una frase de Estudios sobre el amor de José Ortega y Gasset: "Cada época posee su estilo de amar".

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