Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

viernes, 13 de junio de 2014

No decir ni mú

Sin spoilers | Afirmar categóricamente que Julio Medem es mi director de cine español favorito atentaría contra dos principios básicos de mi yo cinéfilo: ausencia de favoritismo y no hablar sin saber. Como no me gusta hablar sin conocimiento de causa/consecuencia y tras lo enriquecedor que supuso el visionado de 'Los amantes del círculo polar ártico' (id, 1998) y 'Lucía y el sexo' (id, 2001), ha existido en mí cierto apetito latente y perdurable por el resto de su filmografía. Ya saben ustedes, lectores, de mi animadversión hacia el empacho; ya sea sentimental, carnal, alimenticio o audiovisual. Cayó 'Tierra' (id, 1996) en un tiempo y un espacio poco propicios pero no endosaré la culpa a las circunstancias por no gustarme. Perdónenme por no extenderme en vituperios pero el único motivo por el que dicha obra no caló en mi fue el nivel de irritación al que me hizo llegar. Como siempre que intento excusarme en una crítica, suelto un "me gusta el fondo pero no la forma" o un "me gusta el fin pero no los medios" y me quedo tan pacho. Algo he de alegar a favor de ella: Carmelo Gómez. Sensacional. Guapísimo. Cayó 'Vacas' (id, 1992) en un tiempo y un espacio menos propicios aún pero la coyuntura espacio-temporal, esta vez, no se correspondió con mi percepción de la ópera prima de Medem: ¡menuda delicia! En este caso, fondo y forma hacen el amor de tal manera que acabas enamorado de Carmelo Gómez -otra vez-, Ana Torrent y Emma Suárez. Hablo desde mi total ignorancia sobre la literatura latinoamericana pero ¿podría considerarse 'Vacas' como realismo mágico? El hecho de que Carmelo Gómez de vida a tres generaciones es un probable exponente del tiempo estático. El triángulo formado entre el abuelo y dos de sus nietos -vecinos y hermanos biológicos por parte de padre- cautiva y permite además no sentir repudio hacia el creciente amor entre dos hermanos destinados a repetir la historia de sus padres: la huida como salvación. Dos frases de la película para despedirme:

"Siempre que quiero pensar en alguien, pienso en ti"
"Agárrame fuerte, dime algo al oído"

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