Empecé este blog con 16 años y otro nombre (Dime que series ves y te diré cómo eres). En un principio solo hubo cabida para las series de televisión, pero más tarde amplié el contenido a todo aquello con un mínimo de ficción, incluso la propia vida. Decía Susan Sontag en Contra la interpretación que «en las buenas películas existe siempre una espontaneidad que nos libera por entero de la ansiedad por interpretar». Pero Carrie Bradshaw también decía en la excelente Sexo en Nueva York: «No pude evitar preguntarme».

domingo, 26 de enero de 2014

La escena de la semana (XIII)

 
Aunque la encontré en la sección de comedia, 'Les petits mouchoirs' (Guillaume Canet, 2010) -'Pequeñas mentiras sin importancia' en español- es un dramón como la copa de un pino. Menuda tragedia francesa griega. A pesar de contener píldoras de humor que alivian la intensidad de la narración, subyace siempre de ésta una sensación continua de pesadumbre. El film es un vistazo de dos horas a las vidas de un grupo de amigos -ya entrados en la treintena- durante sus vacaciones. ¿Retrato generacional? ¿Reflexión sobre las relaciones humanas? ¿Panfleto moralista y aleccionador? Canet mezcla un baturrillo de secretos y mentiras cuya resolución llega más o menos a buen puerto. ¿Es un acierto o un fallo el que casi todos sus personajes encaren los conflictos esquivándolos? Son cobardes y en éso la realidad es aplastante. La película se merece un notable alto pero le sobran los últimos diez minutos de metraje; too much, baby! La banda sonora es una delicia; Maxim Nucci se luce cantando 'Talk to me' y protagoniza una de las escenas más emotivas. Sorpresa la mía, además, escuchar 'Crucify Your Mind' de Sixto Rodríguez en los títulos de créditos.  Ambas canciones resumen a la perfección los dilemas personales expuestos: chapeau!
 
"Seems like the sun is shining on everyone but me"

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